DEL 11 AL 17 DE DICIEMBRE DE 2017
RECUERDA:
- Aunque nos creamos en pleno uso de nuestras facultades físicas y mentales con la ingesta de alcohol estamos multiplicando el riesgo de sufrir un accidente.
- Hay que ser consecuente: trata de impedir que otras personas que hayan bebido cojan el coche. En todo caso, nunca subas al coche con él.
- El alcohol no sólo está relacionado con una mayor accidentalidad, sino que también repercute en una mayor mortalidad, al ser un factor relacionado con un peor pronóstico en las lesiones sufridas.
- Aún con tasas de alcoholemia dentro de los márgenes legales permitidos, nuestro nivel de riesgo de accidente de tráfico puede verse incrementado. La única tasa segura es 0,0%.
- El porcentaje de pruebas de alcohol positivas en vías interurbanas aumenta con la lesividad del conductor, desde un 5% en los conductores ilesos a un 26% en los conductores fallecidos.
EFECTOS DEL ALCOHOL EN LA CONDUCCIÓN
- De 0,3 a 0,5 g/l: excitabilidad emocional, disminución de la agudeza mental y de la capacidad de juicio. El riesgo de sufrir un accidente se multiplica por 2.
- De 0,5 a 0,8 g/l: Reacción general más lenta, alteraciones en los reflejos, comienzo de la perturbación motriz, euforia en el conductor, distensión y bienestar, tendencia a la inhibición emocional, comienzo de la impulsividad y agresividad al volante. El riesgo de sufrir un accidente se multiplica por 5.
- De 0,8 a 1,5 g/l: Estado de embriaguez importante, reflejos muy perturbados, pérdida de control preciso de los movimientos, problemas serios de coordinación, dificultades de concentración de la vista, disminución notable de la vigilancia y percepción del riesgo. El riesgo de sufrir un accidente se multiplica por 9.
- De 1,5 a 2,5 g/l: El riesgo de sufrir un accidente se multiplica por 15.